INSISTIR EN*…

por José Di Marco. Director de Unirío editora

*Texto extraído de la presentación del catálogo número 16, de UniRío editora, octubre 2019. 

Descargar catálogo

1.

Los últimos dos años han sido nocivos para la industria nacional del libro. La apertura indiscriminada de las importaciones y la virulenta caída del poder adquisitivo son causas obvias de ese deterioro que se acentúa aún más cuando se trata de la edición independiente (empresas y pymes de capital vernáculo) y de la edición universitaria (impulsada por las universidades públicas). A esas razones –derivadas de un modelo que apunta a la concentración económica a la vez que favorece la especulación financiera, obtura el desarrollo industrial y asfixia el consumo interno– se articulan otras más específicas, vinculadas con la subejecución o directamente el cierre de programas educativos y la carencia lisa y llana de políticas culturales que fortalezcan la edición de libros. La mengua de la cantidad de títulos publicados anualmente y el drástico descenso de las ventas indican la gravedad de una situación global a la que UniRío editora no resulta ajena.

 

2.

En el contexto de achicamiento, nuestro sello ha mantenido su ritmo de producción, aunque el alza de títulos editados en formato digital da cuenta de la merma generalizada. En términos cuantitativos, a lo largo de un año a contar desde agosto de 2018, de los casi cien libros publicados por UniRío editora más de la mitad de los mismos consiste en PDF de descarga gratuita, lo que por otra parte deja constancia de una política de comunicación pública del conocimiento gratuita que no resigna calidad de contenidos ni de formatos. Porque el objetivo central de UniRío editora no es otro que el de tornar visible y accesible lo que se enseña (y aprende), lo que se investiga, lo que se transfiere en la UNRC, una universidad fuertemente enclavada en el territorio local y regional.

 

3.

El catálogo que llevamos a la 15° edición de la Feria del libro Juan Filloy deja constancia de esa propuesta inclusiva, democrática y emancipatoria. Así, Juan Filloy recuerda su infancia de comienzos del siglo XX en el Barrio General Paz de la ciudad de Córdoba y Candelaria de Olmos anota los pormenores de ese relato retrospectivo; Gonzalo Otero Pizarro trama una ficción novelesca en la que los personajes de Caterva enjuician sumariamente a su creador; Jericles y Adrián Demassi fabrican con humor noticias heterodoxas en la era de la pos-verdad; Joaquín Bustamente inventa una memoria plural sobre El Cordobazo; Andrés Terzaga desnuda sus líneas temblorosas, lúcidas y patéticas; Nelson Cimminelli reconstruye la política local entre 1982 y 2008; Marcos Breuer reflexiona acerca de la muerte digna; Silvia Libaak pasa revista a las prácticas corporales en las culturas juveniles; Hernán Vaca Narvaja y Alejandro Fara homenajean a los trabajadores de la comunicación compilando dieciocho entrevistas que hacen a la memoria del periodismo local y regional; Cintia Tamargo y Edgardo Carniglia relevan (y revelan) la importancia de las TIC en las escuelas rurales del sur de la provincia de Córdoba; María del Carmen Lorenzatti y María Alejandra Bowman exploran e indagan la educación de jóvenes y adultos. Un muestrario parcial, heterogéneo y múltiple de la bibliodiversidad  que UniRío Editora recepta y difunde.

 

4.

Walter Benjamin nos enseñó que todo documento de cultura es un documento de barbarie. Nuestros libros atestiguan la brutalidad del neoliberalismo; son la contracara de la devastación y la miseria cultural en la que vivimos. No olvidemos nunca que, a pesar de que circulan como cualquier mercancía, los libros poseen una dimensión cultural y simbólica que se sustrae al intercambio económico y ejercen una suerte de resistencia a su lógica omnívora y opresiva. Los libros se ligan a la lectura. Y la lectura es un acto de emancipación y soberanía. Que las lectoras y los lectores se multipliquen es el deseo máximo de UniRío Editora.

Ilustración: Grabado de Hendrick Goltzius. 1589. (Coleccion M.M.A.)