Presentación. Por Eduardo Escudero

Teatrino de la Trapalanda, Río Cuarto, 9 de octubre de 2025.

¡Buenas noches!

En primer lugar, antes que nada, muchas gracias a Marcos Faletti, el autor de este libro que presentamos, y a la UniRío editora por invitarme a formar parte de este gratísimo momento, esta celebración por la que, nada más y nada menos, se da a conocer públicamente el resultado de una apuesta colectiva, de un nuevo producto de esfuerzos, del compromiso de nuestra universidad pública y el de sus actores; de nuestra universidad y el de sus docentes; de nuestra universidad y el sus investigadores; de nuestra universidad y el de sus comunidades de extensión. Muchas gracias por permitirme compartir con el público y los artistas presentes algunas palabras acerca de este libro, en el marco del trabajo más amplio que desarrolla Marcos Faletti, en esa intersección tan interesante que promueve entre artes y conocimientos, entre experiencias sensibles y epistemologías tras la construcción y continuidad de alternativas desde y en la Universidad Nacional de Río Cuarto.

No es tarea sencilla decidir por dónde transitar un material bibliográfico, mucho más si ese material va tras la consecución de propósitos que se fundamentan en una ligazón efectiva y afectiva, centrada en quienes son sus potenciales y variados destinatarios y destinatarias: principalmente docentes de distintos niveles educativos, bailarines de todas las edades y con diferentes vínculos e identificaciones para con las expresiones artísticas del folklore y sus danzas; y también con el público en general, aquel interesado en conocer más respecto de miradas renovadas sobre algunas expresiones coreográficas que son incluidas en este volumen; y el lector o la lectora que se encuentre siempre interpelado por la cultura popular en sus más variadas posibilidades y proyecciones.
Decía que no era sencillo elegir por dónde transitar esta presentación, es decir, por dónde abrir un camino de lectura que permita subrayar la relevancia del libro que hoy publica UniRío editora. Podría hacerse desde adelante hacia atrás o desde atrás hacia adelante. Podría uno detenerse en algunos de los contenidos que el libro de Marcos Faletti presenta o… más genuinamente… podría directamente ponerse a decir o a cantar alguna copla, o a bailar alguna danza acompañado del Ensamble Universitario de Música Argentina y Latinoamericana de la UNRC, que dirige Walter Cisneros e integran eficazmente Nahuel Cisneros, Valeria Milioto, Diego Seitz, Amparo Sosa y Leandro Sosa.

Una alternativa más clásica es comenzar reseñando la trayectoria del autor, porque Marcos Faletti es un riocuartense que ha transitado -o ha creado- sendas que dieron lugar a zonas de contacto fecundas, laboratorios del sí mismo que le permitieron desde su Río Cuarto natal y desde muy joven, articular instancias formativas muy significativas: experiencias universitarias en ciencias sociales y artísticas en la danza folklórica de alto nivel. Al mismo tiempo, siempre supo (y quiso-decidió) retornar a la ciudad tras esa siembra de semillas destinadas a encontrar un terreno receptivo, fértil, desde donde mover o dinamizar los límites y expandirse para crear, modelar, fomentar… nuevos mundos. Uno de esos espacios es el Taller de Folklore del Departamento de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de Río Cuarto, que desde hace años lo alberga junto a otras y otros que aprecian tanto como él que la danza folklórica crea y refuerza lazos.

Así, como psicólogo, como licenciado y profesor en Folklore, como doctor en Antropología, lo conocemos encarnando un modelo, un concepto ciertamente atrayente respecto de la docencia en la danza folklórica y de la investigación de fenómenos culturales de lo popular. En efecto, sus tareas se orientan tras las búsquedas de identidades abiertas por las derivas de bailarinas y bailarines, de los sujetos de conocimiento y de disfrute que Marcos Faletti concibe desde el presente y situados en esta ciudad, su ciudad, en esta región, su región del sur cordobés.

Tanto el autor como este libro que estamos presentando simbolizan y significan claramente ese nudo práctico, entre ético y estético, de formas de imaginar el fenómeno de la danza folklórica argentina, de la danza folklórica cordobesa en este caso, preparándolo para su “vivificación”, para su “actualización social”. Marcos Faletti integra en el proceso de transmisión de la danza folklórica algunos elementos que quisiera señalar: una sólida base teórica, interdisciplinaria; y un componente documental que la sustenta y conecta con sus “contextos de origen”, coordenadas de emergencia del registro en su requerimiento por documentalistas o maestros en pos de un enunciado folklórico, antropológico, histórico. Al mismo tiempo, el autor trabaja para que esas investigaciones no queden subsumidas-alojadas en el plano de los aportes a un campo de estudios específico; o tal vez archivadas en el espesor de los hallazgos que pudieran ser destinados solamente a la lectura y a la práctica de los eruditos. Aquí, precisamente, sobreviene la apuesta enérgica del investigador, esa que integra y recorre su propuesta de trabajo. Me refiero al propósito docente, en la más tangible de las finalidades sociales, ahora convertida también en libro, finalidad que permite constatar y poner de relieve la relevancia comunitaria e identitaria de estas páginas.

No me cabe duda que este trabajo de Marcos Faletti podrá conducir a que cuerpos, sí, cuerpos individuales? (no hay cuerpos individuales), sino cuerpos sociales y en sociedad bailen, sí, que bailen acompañados por esa musicalidad que produce la intervención de los artistas de la ciudad, los de nuestra universidad. También este trabajo conducirá a que esas expresiones musicales y coreográficas se hagan cuerpos en diversificados y transformados ámbitos: escolares, culturales, escénicos, de esparcimiento… y más allá.

Todas razones que mencioné se encuentran amalgamadas para configurar la posibilidad de una performance en la que la danza popular o la danza folklórica reafirma su cualidad, esa especificidad que es a la vez su esquiva condición, aquella que debemos recordar y constatar siempre: me refiero a su movilidad, a su variabilidad y a su permanente reinvención y adecuación-inadecuación a los usos y requerimientos que supone la vida en sus desafíos actuales. Se trata de la vida demandada y apesadumbrada por el trabajo difícil de definir el horizonte del sentido colectivo, que sin embargo se torna más feliz, más plena, cuando alcanza una sutileza ética al ser danzada, siguiendo o no patrones coreológicos o académicos.

El libro Bailes tradicionales cordobeses de ayer y hoy permite, como ya señalé, conocer tanto los fundamentos documentales como la sistematización que ofrece el autor y que allanan las estrategias para poder enseñar, aprender, bailar y disfrutar, de algunas especies coreográficas del folklore cordobés, presentadas pedagógica-didácticamente por Marcos Faletti desde su lectura de fuentes históricas, muchas de las cuales permanecían inéditas. Este abordaje se valió de documentación proveniente del Catálogo de la Colección del Folklore (1938) y de los legajos provenientes de la famosa Encuesta Nacional del Magisterio (1921). También, de la recopilación del Primer cancionero popular de Córdoba (Terrera, 1948) y de los aportes etnográficos de Isabel Aretz (1952), de Carlos Vega en sus dos viajes a Córdoba (1936 y 1944) y de Julio Viggiano Esain con sus recopilaciones realizadas entre 1944 y 1956. Además, Marcos Faletti trabajó con fuentes orales y observaciones de campo; triangulando ese material primario con escritos especializados y didácticos.

De este modo, se hallan sistematizados de manera accesible y rigurosa los patrones coreográficos de la Jota, el Gato, el Pasodoble y el Cuarteto, a los que se ubica en coordenadas espacio-temporales y sociales en las que tuvieron práctica; se circunscribe una franja histórica de difusión, considerando las fuentes documentales y testimoniales, así como sitios en la geografía provincial y ocasiones sociales de práctica. También, el libro de UniRío que felizmente ya tenemos en nuestras manos, avanza en la descripción de las formas musicales y aporta información técnica referida a su morfología, versificación y acompañamiento instrumental; concluyendo con la descripción de su forma coreográfica considerando aspectos generales referidos a su ascendencia y taxonomía según criterios clasificatorios propios de la metodología para la enseñanza de las danzas folklóricas.

Finalmente, como historiador deseo comentar un aspecto más que me parece, refuerza la originalidad y la necesidad de este trabajo, en el concierto de otros semejantes ya publicados o por venir. Considero que este libro viene asimismo a aportar en 2025 a la reconsideración, sino del repertorio, por lo menos del conjunto de versiones y variantes que hacen al canon de las danzas folklóricas argentinas, tal como bien lo explica Marcos en pasajes del texto. El considerado “repertorio coreográfico nacional” fue construido compleja y fundamentalmente desde Buenos Aires, mediante una operación nacionalista-nacionalizante, centralizadora-unificadora, que con frecuencia si no negó, por lo menos desdibujó, invisibilizó o no hizo lugar a la heterogeneidad cultural de las modulaciones regionales y provinciales que hacían y hacen al patrimonio coreográfico del país, inclusive ya en su tiempo recopiladas por los coleccionistas. Sin negar la importancia de esos esfuerzos científicos y pedagógicos, de esos trabajos pioneros respecto de la sistematización y la estabilización del repertorio básico de danzas consideradas “nacionales” o “argentinas”, es importante que en el siglo XXI se pueda discutir o, inclusive cambiar, lo que el siglo XX legó, para ofrecer formas documentadas capaces de ser referencias para nuevas territorialidades y corporalidades de una Nación diferente, más inclusiva que la pretendida hace un siglo, cuando el movimiento tradicionalista argentino y el nativismo parcializaron y homogeneizaron lo identitario. Cito a Marcos Faletti:

“la riqueza del folklore hacia el interior de las unidades regionales exige la producción de escritos didácticos y especializados que realcen las particularidades que adquieren las expresiones folklóricas cuando se resignifican y regeneran en su proceso de circulación territorial. Esta labor exige el uso de fuentes documentales, testimonios y observaciones in situ que no siempre han sido consideradas por parte de quienes hicieron la labor fundante de compilar la información general y escribir los manuales de danzas. Esto dio pie a la emergencia de nuevos trabajos con perspectiva local y enclave regional que, aprovechando la familiaridad de sus autores con las manifestaciones tradicionales que abordan, permiten visibilizar las singularidades que el folklore asume en contextos más específicos y circunscriptos. Esta visión más aguda, precisa y focalizada nutre a las concepciones más generalistas con el vigor de las historias, narraciones y testimonios de hombres y mujeres implicados en el folklore” (2025, pp. 19-20)

En suma, este libro jerarquiza el conocimiento y la pedagogía del folklore coreo-musical regional, en este caso cordobés. Tanto porque exhibe las sólidas estrategias metodológicas empleadas, el indudable espectro de saberes implicados, como porque abre espacios a nuevas indagaciones que renuevan o contradicen lo que a menudo parece sacralizado. Marcos, además, procura hacer de este material una vía de encuentros con modos regionales de la danza y, a la vez, un sendero de democratización de los saberes científicos y populares vinculados, sin por ello renunciar a criterios de validez y confiabilidad, ni tampoco obstaculizar el espontáneo desarrollo de eso que él mismo nombra como “efecto identificatorio”, que resulta central en la siempre bienvenida creación de nuevas subjetividades y grupalidades, de nuevos sentidos de pertenencia y de otras memorias populares. Memorias en cuerpos y experiencias populares que, como nos gusta pensar y decir, son los materiales ineludibles con los que un pueblo resiste, lucha, abre el presente y el futuro de su propia historia para alcanzar destinos mejores.

¡Muchas gracias!

Dr. Eduardo Escudero
Docente e investigador, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Río Cuarto.